Para BMW la desaceleración económica en España es evidente.


MADRID.-El fabricante alemán BMW volvió a cosechar en 2007 un ejercicio récord de ventas en España, que con casi 53.000 unidades matriculadas se ha consolidado como su quinto mayor mercado a nivel mundial.
BMW declinó no obstante señalar si la rentabilidad de sus operaciones -un aspecto que preocupa a sus accionistas- ha seguido una evolución paralela. La facturación de la compañía alemana en España ascendió a 2.037 millones de euros, un 21,7% más.
Su presidente Eduardo Villaverde, indicó que los buenos resultados se deben a que la marca BMW, que constituye el núcleo principal del grupo, recoge así los frutos de una ampliación de su gama de modelos que le permite dirigirse a todo tipo de clientes en el mercado de gama alta, desde quienes quieren todoterrenos a quienes desean vehículos más pequeños pasando por las berlinas, el punto fuerte de la compañía.
Esta variedad de productos servirá, en cualquier caso, para afrontar un año complicado. Tras registrarse el peor mes de enero desde 2002, el director comercial del grupo, Ignacio Fernández Simal, advirtió de que, tras varios años de vacas gordas, el mercado español ha cambiado de signo. "La desaceleración es evidente, con una clara pérdida de poder adquisitivo entre los compradores y una bajada importante de la confianza empresarial", indicó.
Su opinión fue refrendada por el responsable de la división financiera, Domingo Caamaño, quien señaló que la desaceleración económica está repercutiendo ya en créditos impagados. Según explicó, la morosidad se sitúa aún en mínimos, pero en el último año ya ha crecido notablemente.
Entre las estrategias del grupo para afrontar este cambio de ciclo destaca el lanzamiento del todocamino X6 o la versión descapotable de su Serie 1. Además, pretende reforzar su negocio de venta de vehículos de ocasión tanto en BMW como en Mini e incluir entre sus clientes corporativos a empresas más pequeñas. "Hacer la marca más accesible", según Fernández Simal.