Nos cuenta que BMW está considerando resucitar al mítico Isetta, aunque adaptado a los nuevos tiempos y con dos puertas de verdad en lugar de la curiosísima (y adorable) puerta única del original. Lo bueno, es que a pesar de tanto cambio conservaría uno de sus rasgos más característicos: el motor trasero.
Aunque BMW no ha querido realizar declaraciones al respecto, hay unas cuantas razones por las que podría estar pensando en devolver este clásico a la vida. La primera de ellas, es que el segmento de los polivalentes se está mostrando especialmente robusto en Europa tras la llegada del 500 y del nuevo MINI. Otro punto a su favor sería el hecho de que BMW necesita reducir los niveles de CO2 de su flota, y el minúsculo Isetta podría ponérselo en bandeja con un motor pequeño, limpio y muy poco tragón. Finalmente, nos queda el hecho de que el Isetta, aunque desaparecido hace décadas, sigue siendo objeto de culto como lo es hoy el Fiat 500, facilitando inmensamente las labores de marketing hacia un segmento del mercado que quiere algo pequeño, chic... y no necesariamente barato. Con suerte, las aventuras de Urkel en los años 90 no hicieron demasiada mella a su fama.
